La cesión de tus derechos de imagen

Vivimos en un mundo eminentemente visual, donde a través de internet, redes sociales y medios de comunicación de masas se produce un tráfico incesante de imágenes.

Muchas de ellas son representaciones de personas a las que asiste un derecho del que hablaremos a continuación: el Derecho de Imagen.

Tendremos que tener en cuenta una serie de cuestiones antes de lanzar una imagen que puede ser vista por miles de personas.

Una imagen es una representación visual de un objeto real o imaginario.

Cuando hablamos de derechos de imagen nos referimos a la representación visual de una persona. En este caso, es fundamental que se pueda identificar a la persona en esa imagen.

Con estos conceptos ya podemos definir el Derecho de Imagen: que es aquel que nos permite proteger la proyección de nuestra imagen y evitar usos no deseados de la misma.

Este es un derecho fundamental reconocido en la Constitución. Esto lo convierte en un derecho irrenunciable, inalienable e imprescriptible.

Podemos hacer un uso de nuestra propia imagen, podemos dejar que otros lo hagan o podemos prohibir que otros la usen sin nuestro consentimiento.

Ahora bien, podemos preguntarnos si este derecho se aplica a cualquier persona y en cualquier situación, y es ante esta duda cuando puede surgir la polémica.

Por ejemplo, habría que discernir si la persona de la imagen es un personaje público: en ese caso los límites de este derecho serían diferentes ya que entraría en juego el derecho a la información.

En el caso de que no seamos el protagonista principal de la fotografía, habría que estudiar el caso para ver si se puede reclamar el derecho de imagen.

DERECHOS DE IMAGEN EN LA RED

Con la aparición de internet y las redes sociales se ha descontrolado, debido al ingente tráfico de imágenes que se generan y circulan a diario.

Aunque sería inimaginable que se produjera una demanda masiva entre usuarios de la red que publican e intercambian fotografías, podemos entender que todas esas reproducciones sin el consentimiento de un tercero serían demandables.

DERECHOS DE IMAGEN Y ACTIVIDAD ECONÓMICA

Como hemos visto, las demandas entre particulares por usos típicos en las redes sociales no son comunes, ya que es impensable que tengamos que hacer un acuerdo de cesión de derechos con cada amigo, familiar o conocido del cual subimos una fotografía a la red.

El conflicto aparece cuando esa imagen tiene un fin comercial, de promoción o de cualquier actividad económica en general.

CONTRATO DE CESIÓN DE DERECHOS DE IMAGEN

Cuando queramos utilizar la imagen de un tercero para realizar cualquier tipo de actividad económica, es importante que realicemos un contrato de cesión de derechos de imagen.

El contrato de cesión de derechos de imagen es un documento en el que se especifican las condiciones en las cuales se ceden dichos derechos de tal manera que el tercero sabrá por cuánto tiempo, para qué y por dónde se podrá hacer uso de dichos derechos.

Es importante que se especifiquen estas tres cuestiones en el contrato:

  • Tiempo
  • Lugar
  • Usos

Hay que definir muy bien en el contrato cada una de estas tres cuestiones.

Por ejemplo, un uso publicitario tendría una duración en tiempo menor de los derechos, a no ser que se publique en internet donde por su carácter global el tiempo en el que podría estar en circulación la imagen sería mayor.

Como vemos, y para evitar problemas en el futuro, es importante redactar un contrato bien detallado y estudiado del uso que vayamos a realizar de la imagen, contando para ello con profesionales cualificados y con experiencia.

Esperamos haberte ayudado. Si necesitas asesorarte sobre tu cesión de derechos de imagen, escríbenos.

Para cualquier consulta adicional sobre protección de datos y derechos de imagen, no dudes en ponerte en contacto con nosotros en nuestro teléfono 915 748 139 ó 626 125 436 o por email a madrid@perea-abogados.com

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Jornadas sobre Gestión de Despachos de Abogados

Recupero la actividad de este blog en el que no he podido escribir desde hace algún tiempo, debido a un problema que tenemos los abogados en común: «el dia a día». Pues si la atención de nuestros clientes y la prestación del servicio, buscando siempre la excelencia y que el cliente este «superencantado» (no basta con que este satisfecho), nos arrastra y no nos deja meditar y reflexionar sobre la gestión de nuestro despacho y hacia donde vamos.

Así que he asistido a las jornadas organizadas por «Unidad Editorial» sobre «LOS RETOS DE LOS DESPACHO MODERNOS», y he podido hacer un paréntesis en la vorágine del despacho para pensar sobre el despacho, mirar hacia adentro.

Las jornadas han tenido una de cal y otra de arena. La primera jornada ha sido un poco decepcionante pues los ponentes pertenecían a grandes despachos que nos hablaban sobre «sus cosas», que evidentemente nada nos interesan al resto de los mortales, pues sus técnicas y forma de hacer, no la podemos poner en práctica en los despachos pequeños y medianos. Y también hubo algunos ponentes que nos explicaron la laboralización de la profesión de abogado o la ley de sociedades profesionales desde un punto de vista técnico. No tiene mucho sentido, o más bien ninguno, que en unas jornadas sobre gestión, nos enseñen la normativa. No vamos a unas jornadas practicas sobre gestión para que nos enseñen la ley. La ley siempre la podemos estudiar por nuestra cuenta en la tranquilidad de nuestros despachos.

De la primera jornada salvaré la intervención de Marisa Méndez y de Eugenia Navarro, ambas Consultoras de Markenting, y que nos aportaron ideas nuevas sobre el marketing aplicado a nuestro mundo.

Sin embargo, la segunda jornada fue distinta, más práctica. La primera ponencia a cargo de Alfredo Álvarez Tello socio director del despacho «Montero Aramburu», nos expuso de una manera amena y sincera como han hecho la transición de ser un despacho cuasi familiar a un despacho de tamaño medio, con los problemas y dificultades que les ha entrañado.

Finalmente, y para mi la más esperada, la ponencia de Alvaro y Hugo Ecija, socios fundadores de Ecija Abogados, quienes sin ser herederos de una familia de juristas, nos expusieron cual ha sido la evolución de su despacho, los planes de futuro, y sobre todo el plan estratégico para los dos próximos años. La verdad es que aproveché la ocasión para preguntarles todo lo que se me ocurrió y para aprender de ellos, pues desde la nada han conseguido colocar a su despacho entre el top ten de nuestro pais.

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